Las atmósferas explosivas y sus riesgos. ¿Cómo las podemos abordar?

La refinería es una zona típica de atmósfera explosiva

Las atmósferas explosivas y sus riesgos. ¿Cómo las podemos abordar?

Los accidentes laborales siguen siendo uno de los problemas principales con los que se enfrentan algunas industrias. Existe, de hecho, una relación directa entre la tasa de accidentes y las herramientas empleadas. Sin embargo, la mayoría de las empresas y trabajadores siguen sin saber trabajar de forma segura, y qué herramientas deben empleares en entornos peligrosos.

Hablando de entornos peligrosos, hoy venimos a conocer qué son las atmósferas explosivas (ATEX), y cómo desempeñarse en ellas.

¿Qué son las atmósferas explosivas? 

Para ir directos al grano, una atmósfera explosiva es la mezcla de una sustancia inflamable (sean en forma de gas, vapor, niebla o polvo) con el aire que, tras una ignición, experimenta una combustión que se propaga a toda la mezcla no quemada.

Ahora bien, las atmósferas explosivas no son inflamables de por sí, se tienen que dar condiciones. Es decir, tiene que existir una mezcla suficiente de aire y sustancia inflamable. Por tanto, para que esta sustancia dé lugar a una atmósfera explosiva, necesita tener un mínimo y máximo de aire (oxígeno) que, de lo contrario, no sufriría combustión, y por tanto no se consideraría atmósfera explosiva.

¿Y los líquidos? 

Si bien hemos dicho que una atmósfera explosiva es la mezcla de una sustancia inflamable, bien en forma de gas, vapor, niebla o polvo, no quiere decir que los líquidos no estén fuera de este riesgo. Los líquidos no son, en sí, atmósferas explosivas, pero estos sí que generan vapores en su superficie que, si se mezclan con el aire, entonces sí puedan dar lugar a una atmósfera explosiva.

No todo gas o polvo tienen las mismas cualidades 

Dependiendo de estas, existe un límite de ignición diferente. De hecho, los gases están clasificados en cuatro grupos principales, según la temperatura de ignición:

  • I como es el gas metano

  • IIA (Acetona, benceno, gasolinas): Tienen una energía de ignición superior a 0,18 mJ

  • IIB (Gas de carbón): Tienen una energía de ignición de entre 0,06 y 0,18 mJ

  • IIC (Hidrógeno, acetileno): Tienen una energía de ignición inferior a 0,06 mJ

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Evidentemente, los gases con el límite de ignición más bajo son los más peligrosos, ya que la probabilidad de que una chispa llegue al límite de ignición es más alta.

¿Qué normativa regula las atmósferas explosivas? 

Son varios los gobiernos que han establecido normativas y estándares, que permitan mejorar las condiciones en los lugares de trabajo.  La Unión Europea ha liderado esta iniciativa al implementar la Directiva 1999/92/EC sobre ATEX, donde define los requisitos para trabajar de formar segura en ambientes peligrosos.

¿Qué dice esta normativa sobre atmósferas explosivas? 

En primer lugar, la norma EN 1127, citada en la Directiva, define 3 zonas distintas en función del grado de riesgo que tenga la atmósfera explosiva:

  • Zona 0/20: Peligro presente en todo momento, por largos periodos de tiempo o frecuentemente (más de 1000 horas al año)

  • Zona 1/21: Peligro presente ocasionalmente (entre 10 y 1000 horas al año)

  • Zona 2/22: Peligro presente de forma poco frecuente o por corto espacio de tiempo (entre 0,1 y 10 horas al año)

Por otro lado, dicha norma indica que, la herramienta, en general, es una fuente de ignición (principalmente la de acero) y, como hemos visto antes, existen atmósferas explosivas donde, según el tipo de gas, una pequeña chispa puede, de repente, convertirse en la imitación perfecta del infierno.

Es decir, según qué zonas, existe una prohibición o limitación en el uso de herramienta o del tipo de la misma, a saber:

  • Zonas 0 (gas) y 20 (polvo): No se permite el uso de ninguna herramienta que pueda generar chispas (no únicamente de acero).

  • Zonas 1 y 2 (gas): Se permite el uso de herramientas de acero del:
    • Tipo A: no generan chispas en su uso habitual como llaves o destornilladores

    • Tipo B: solo si se puede garantizar que no existe ninguna atmosfera explosiva en el lugar de trabajo

    • Con gas del Grupo IIC o  hidrogeno sulfurado, oxido de etileno o monóxido de carbono, no se permite ninguna herramienta de acero
  • Zonas 21 y 22 (polvo):
    • Se permiten herramientas de acero tipo A

    • Las de tipo B, solo si existe apantallamiento entre el lugar de trabajo y la atmosfera explosiva
      • También se debe retirar los depósitos de polvo, manteniendo el lugar de trabajo lo suficientemente húmedo para asegurar que dichos depósitos no se levantan.

Entonces, ¿qué medidas tomamos en zonas ATEX? 

Ante todo, la Directiva 1999/92/EC sobre ATEX indica que hay que evitar toda fuente de ignición, y si no es posible, eliminarlas por completo, reducirlas.

Si no pudieran eliminarse, entonces hay que tomar medidas que mitiguen los efectos de la posible deflagración en caso de que se diera.  No siempre puede llegarse a la situación de una eliminación completa, dado que, hoy en día, la industria y la sociedad en general, tienen necesidad de emplear medios que pueden ser la razón de una ignición en una atmósfera explosiva:

  • Máquinas

  • Dispositivos electrónicos

  • Ropa

  • Herramienta mecánica

Esto no exime a las empresas y sus trabajadores a no tomar medidas. De acuerdo con la Directiva 1999/92/EC sobre ATEX, es obligatorio, primero, comprobar si existe una atmósfera explosiva o no, pero aún así, es importante recalcar que dicha normativa ATEX indica que hay que cumplir con todas las medidas de seguridad, independientemente de que exista o no atmósfera explosiva en ese momento en concreto.

Y si es una zona clasificada, se deben poner todos los medios para evitar o reducirlas fuentes de ignición y mitigar las consecuencias de una deflagración.

¿Qué herramienta usar, entonces, en atmósferas explosivas? Averígualo en el siguiente post