El apriete por par es un método indirecto de acercamiento al límite de tensión, y por tanto no se asegura la óptima fijación. Sin embargo, su facilidad, rapidez y coste reducido lo convierten en el método más empleado de control de uniones atornilladas.
La relación entre el par aplicado y la tensión axial conseguida se ve afectado por numerosos factores, tales como:
- Materiales
- Rozamiento entre las superficies de unión
- Rosca
- Dimensiones
- Temperatura
- Lubricación
La precisión del par aplicado depende de:
- La precisión de la llave dinamométrica empleada
- El sistema con el que la llave nos indica que el par se ha alcanzado
- La experiencia y habilidad del operador
En la actualidad, la mayoría de las industrias prestan mucha atención a la precisión y calibración de las llaves, y obvian el factor humano y el sistema de la llave en sí.
Sin embargo, los factores que mayor error introducen en el par real aplicado son estos dos últimos, ya que la precisión de las llaves suele rondar los 2-6% de error, mientras que la habilidad del operario y el sistema de accionamiento pueden llegar a superar el 10-15% de error. Por ello, y para lograr aprietes lo más acercados a los de diseño, es fundamental tanto la formación y entrenamiento de los operarios, así como de la selección de sistemas de llaves que faciliten la aplicación de un par efectivo correcto.
Llaves mecánicas de disparo o clic
Se trata de llaves que, al alcanzar el par seleccionado, liberan la cabeza accionadora brevemente mediante un clic, indicando al operario que debe parar de apretar. Al desconocer el operario el momento exacto en el que se alcanzará el par, unido a que el desplazamiento del clic es breve, es difícil que el operario no sobrepase el par aplicado, incluso con experiencia.
Llaves mecánicas de deslizamiento
Una vez alcanzado el par fijado, el sistema libera la llave del mango donde se aplica el esfuerzo, y por tanto el sobreapriete. Los inconvenientes son el coste y la robustez del sistema mecánico. Por ello, solo se fabrican en llaves de rangos de par reducidos.
Llaves digitales
La llave indica tanto el par que el usuario va a aplicando, e informa tanto por medio de luces como sonidos que nos acercamos al par seleccionado, de modo que el operario se prepara para dejar de aplicar fuerza sobre la llave a medida que nos acercamos al objetivo. Permiten además registrar los datos históricos para su comprobación, emisión de certificados, etc.
En cualquiera de las versiones, existen variantes:
Prefijadas: Las llaves tienen un par prefijado, que el usuario no puede modificar. Es útil en aquellas aplicaciones donde siempre se aplique el mismo par, ya que se elimina la posibilidad de error humano en la selección del par correcto.
De cabezas intercambiables: Permiten intercambiar los cabezales entre carraca para vasos, llaves fijas o estrella, dependiendo de la aplicación a realizar. En operaciones donde el acceso sea complicado o donde los aprietes varíen frecuentemente, es la solución más flexible y versátil.