Tal y como prometimos en el post anterior, terminamos esta saga sobre el “Uso seguro de herramienta”, con las soluciones que hemos desarrollado en el Grupo EGA para algunas de las casuísticas mencionadas.
Soluciones para atmósferas explosivas
No entraremos en detalle en este apartado, dado que en su momento ya dimos a conocer las soluciones que fabricamos para los entornos explosivos, aún así, os invitamos a que les echéis un ojo a la sección que tenemos de Seguridad en Atmósferas Explosivas
Soluciones para trabajar en entornos con campos magnéticos
Al igual que en el caso de las atmósferas explosivas, realizamos un post donde hablamos de la aleación que empleamos para fabricar nuestras herramientas amagnéticas.
Soluciones para el golpeo en las manos
Estos accidentes, se producen sobre todo con llaves de golpe
Cuando el operario necesita realizar un apriete mediante una llave de golpe, el giro lo realiza golpeando dicha llave.
El problema reside en que, para que el operario realice correctamente el apriete, necesita sujetar la llave mientras realiza el golpeo, para evitar que se caiga, dado que existe holgura entre la llave y la tuerca. Esto hace que aumente las posibilidades de que se golpee la mano al realizar la labor.
Lo que hicimos en el Grupo EGA, fue tomar una llave de golpe, le hicimos una ranura donde introdujimos un hilo tórico, reduciendo el grado de holgura, y que sumado al grado de fricción que posee, impide que la llave salte al ser golpeada.
Además, le pusimos un grillete extraíble en el mango, convirtiéndola en anti-caída.
Así es como nació la llave de golpe de seguridad total, que fue premiada en 2019 como el producto más innovador en la feria NSC de Seguridad en San Diego (EE.UU.).
Soluciones en caso de caídas y pérdidas de equilibrio
Existen situaciones, por ejemplo, a la hora de trabajar con llaves para tubo donde, normalmente, el operario necesita utilizar las dos manos.
¿Por qué? Porque con una debe sujetar la llave, y con la otra la tuerca.
A medida que se va ajustando la tuerca, el operario va acercándose al tubo, pudiendo que esta inclinación del operario le pueda hacer perder el equilibrio.
Por eso desarrollamos la MASTERGRIP.
Entre sus otras muchas ventajas, desde el punto de vista que abordamos aquí, es que puede usarse con una sola mano en todo momento. ¿Por qué aumenta la seguridad? Porque con la otra mano, si el operario está trabajando sobre una escalera, le permite estar apoyado o sujetándose sobre algún elemento fijo, de forma que haga más difícil que pierda el equilibrio.
Por supuesto, no es la única solución que ofrecemos, ya hablamos en su día de nuestros desarrollos para trabajos en altura.
Soluciones para el desprendimiento de piezas
Un caso que hemos visto de manera habitual es el desprendimiento de cabezas de martillos.
Las cabezas de los martillos están unidas a los mangos de distintas formas.
Por ejemplo, en los mangos de madera se utilizan cuñas, se usan resinas, para que la sujeción entre el mango y la cabeza sea fuerte y duradero.
Sin embargo, al ser una unión, tiene una vida útil, que dependerá de cómo se conserve y cómo se utilice, así como la frecuencia de uso.
Eso por eso que recomendamos que, antes de emplearlos, los usuarios realicen una labor de comprobación previa, para asegurarse de que no existe holgura entre la cabeza y el mango, porque si la hay, la inercia en la acción del golpeo puede hacer que la cabeza salga despedida a una velocidad considerable, golpeando a personas o elementos críticos (tuberías de gas, compresores…)
Teniendo que prácticamente nadie hace esta comprobación previa al uso, hemos aumentado la seguridad del uso de martillos y mazas, mediante soluciones sencillas, entre ellas:
Estos los empleamos en algunas mazas de fibra de vidrio, de forma que es imposible que la cabeza pueda salir despedida, dado que la parte superior del mango que sobresale de la cabeza es más ancha que el agujero donde está encajada.
Además, cuanto más se usa, más se quedará dicha cabeza encastrada en el mango, aumentando así el grado de sujeción.
No es conveniente que todos los martillos estén fabricados con un mango que sobresalga de la cabeza.
Esto es así, porque se pueden dar casos donde existan superficies cercanas a la zona de golpeo, reduciendo de esta manera el margen de maniobra.
¿Qué solución hemos desarrollado para estos casos?
Se les hace un agujero pasante tanto a la cabeza como al mango, donde se coloca un pasador de seguridad.
El objetivo no es seguir utilizando el martillo una vez la cabeza tenga holgura, sino que una vez la tenga y no se haya detectado, el pasador evite que la cabeza salga despedida en medio de la labor que esté realizando el operario.
Hasta aquí esta saga sobre el uso seguro de herramienta industrial.
Si quieres ahondar más en este tema, te invitamos a que nos escribas para contactar con nuestros expertos. Estaremos encantados brindarte apoyo.